sábado, 18 de enero de 2014

Londres en 1927 y 2013

Durante la década de 1920, el director de fotografía Claude Friese-Greene viajó por todo el Reino Unido con su nueva cámara de película de color. Su viaje terminó en Londres, con algunas de sus imágenes más impresionantes, las cuales fueron encontradas recientemente y restauradas por el BFI, y compartidas a través de redes sociales y sitios web de vídeo.

En este video se hace un trabajo de capturar cada uno de sus disparos, siguiendo sus pasos, y haciendo uso de los equivalentes modernos de su cámara y lentes. Aquí se pone de manifiesto lo poco que Londres ha cambiado.


domingo, 12 de enero de 2014

Diez falsas razones para casarse.....y equivocarse

Estos diez errores son mucho mas frecuentes de lo que pudiera parecer:

1. Primera razón equivocada: Atender solo al atractivo externo de la pareja, o incluso al dinero, posesiones y vida social, olvidando o no dando importancia a aspectos más decisivos como su carácter, su personalidad, sus defectos y virtudes, los intereses comunes y su concepción de la vida.

2. Idealizar sus virtudes, sin caer en la cuenta de que parte son el fruto de nuestro propio enardecimiento romántico, no del todo realista.

3. El miedo a quedarnos solos o a hacer el ridículo.

4. El afán de independencia respecto a los propios padres.

5. La honra de afirmarnos ante la negativa de nuestros padres a la relación que queremos mantener.

6. El miedo a interrumpir un noviazgo oficial y socialmente alentado.

7. El terror al escándalo, cuando la chica queda embarazada.

8. Casarse con alguien por la compasión que produce su situación y pensando que así le podremos ayudar.

9. Pensar que el matrimonio puede ser un remedio para las propias anomalías psicoafectivas.

10. Buscar en el marido un futuro padre y en la mujer, una futura madre, exclusivamente.

Sedan, el mayor crater creado por una bomba nuclear



A principios de la década de 1960, el gobierno estadounidense puso en marcha un ambicioso proyecto encaminado a desarrollar una tecnología que permitiera sacar provecho de las enormes explosiones que generan las armas nucleares para facilitar así la construcción de obras civiles de gran envergadura. Al plan se le conoció con el nombre de Operación Plowshare.


Durante unos años, creyeron que podrían utilizar bombas atómicas para ampliar el Canal de Panamá, abrir caminos en zonas montañosas con el objeto de construir carreteras, interconectar acuíferos cercanos o incluso crear cuevas subterráneas en las que almacenar agua, gas natural o petróleo.


Una de las primeras propuestas que se puso encima de la mesa fue la creación de un puerto artificial en el Cabo Thompson (Alaska) mediante el uso de varias bombas de hidrógeno. Este proyecto fue finalmente cancelado debido a las quejas de la población autóctona, temerosa ante las consecuencias que podía tener sobre sus vidas una explosión atómica, y a que implicaba un enorme gasto en una infraestructura de dudosa rentabilidad económica.


Años después, las miras se pusieron en el Yucca Flat, un emplazamiento desértico situado en el condado de Nye (Nevada) que desde 1951 venía utilizando el Departamento de Energía estadounidense para llevar a cabo pruebas nucleares, y finalmente el 6 de julio de 1962 se hizo explosionar allí una bomba de 104 kilotones. Fue el conocido como test Sedan.



La deflagración desplazó más de 12 millones de toneladas de tierra, oscureció el cielo en un radio de 8 kilómetros, generó ondas sísmicas equivalentes a un terremoto de 4,75 grados en la escala Richter y creó un cráter de 390 metros de anchura y 98 de profundidad, el mayor que ha provocado jamás una explosión nuclear.

Sus consecuencias, además, fueron funestas dado que la lluvia radiactiva afectó a más ciudadanos que ninguna otra prueba realizada en suelo estadounidense. En Iowa, Nebraska, Dakota del Sur e Illinois se detectaron días después niveles de contaminación peligrosos. En total, se calcula que más de 13 millones de ciudadanos de Estados Unidos, casi el 7% de su población por aquél entonces, se vieron expuestos a los peligros de la radiación nuclear.



Casi medio siglo después, el cráter Sedan es visitado anualmente por 10.000 visitantes y, como curiosidad, cabe destacar que fue utilizado por los astronautas del Apolo 14 antes de partir a la Luna. La desolación que lo rodea hizo de él un lugar idóneo para simular parcialmente las condiciones que se encontrarían al llegar al satélite.