sábado, 6 de febrero de 2010

Bannack, de capital del estado de Montana a ciudad fantasma


Bannack, es una de las ciudades fantasmas de los Estados Unidos mas conocida. Situada en el estado de Montana, actualmente es uno de los parques y lugares históricos que los turistas pueden visitar.

El 28 de julio de 1862, John White y otros miembros de la Pikes Peakers, descubrieron oro en las aguas del arroyo que hoy en día discurre junto a este pueblo. Este arroyo se llamó inicialmente Willard Creek, pero debido a la gran cantidad de langostas que había cambió su nombre por Grasshopper Creek.

Un buen numero de buscadores de oro llegaron hasta allí de la noche a la mañana y se creó un campamento minero. La mayoría de los mineros vivían en chozas, carpas, chabolas, cuevas o en los vagones utilizados en las minas.

Muy pronto se corrió la voz de que el oro de Grasshopper Creek tenía una pureza del 99%, muy superior a la de otros lugares donde lo normal era un 95%. Rápidamente fue conocido como el nuevo Eldorado del Norte y los buscadores de oro inundaron la zona. En octubre ya había más de 400 mineros. También comenzaron a llegar muchos desertores de la Guerra Civil, personas fuera de la ley y empresarios atraídos por las posibilidades de negocio de la nueva ciudad.


En 1863, el asentamiento ya tenía más de 3.000 habitantes y se había convertido en la primera ciudad del Estado de Montana. Se había propuesto al Gobierno de los Estados Unidos el nombre de Bannock, que era el nombre de los indios cercanos a la ciudad, pero algun funcionario metió la pata y confundió una letra, siendo aprobado el nombre de Bannack.

En 1864 se convirtió en la primera capital de Montana, capitalidad que mantuvo durante 2 años.


Sus edificios, deshabitados hace muchos años, llegaron a albergar a unas 3.500 personas, que, fundamentalmente, vivían de las minas de oro. La búsqueda del oro hizo de Bannack un lugar próspero al que acudían aventureros de cualquier rincón del país con la ilusión de hacerse ricos en poco tiempo. Pero también se convirtió en un lugar muy violento en el que los conflictos solían solucionarse con tiroteos.


La cárcel de la derecha fue construido en 1863 y fue la primera cárcel construida en lo que se convertiría el territorio de Montana. Serviría como cárcel del condado hasta 1881 cuando se trasladó la sede del condado a Dillon. No se sabe cuando se construyó la cárcel de la izquierda.



La carretera entre Bannack y Virginia City fue el escenario de más atracos, robos y asesinatos que cualquier otra ruta de diligencias. La banda autora de estos delitos parece ser que tuvo por autor intelectual al Sheriff de Bannack, Henry Plummer. Plummer se estableció como un preservador de la paz, guardián de la ley y el orden. Pronto se convirtió en oficial del sheriff y construyó esta cárcel.



Plummer movió los hilos que terminó en más de un centenar de asesinatos y un buen botín de dinero y joyas robadas a los viajeros de las carretas.



Supuestos testigos, como Mary Edgerton, afirmaron que los cuerpos de las víctimas asesinadas fueron cortados en trozos que se congelaron en hielo, enterraron o quemaron. Lo impresionante es que las acusaciones no iban acompañadas de pruebas: los testigos sostenían que sus versiones eran ciertas pero que no sabían dónde podían encontrarse los restos de esas personas mutiladas.


Un miembro de la banda, antes de ser ahorcado, acusó al sheriff de ser el líder. Los Vigilantes de la Ciudad de Virginia, un grupo que supuestamente defendía la ley y perseguía a los forajidos, decidió que debía capturar a Plummer y a sus adjuntos, Ned Ray y Buck Stinson. A pesar de que los cuerpos de las víctimas nunca aparecieron, Plummer y los otros dos hombres fueron condenados, sin que se celebrase ningún juicio, a morir en la horca. El 10 de enero de 1864, antes de ser ejecutado, Plummer defendió una vez más su inocencia y pronunció su última frase antes de morir:


"Por favor, dadme una buena caída."


Curiosamente, sin embargo, incluso después de que fueran ahorcados Plummer y varios de sus secuaces, los robos no cesaron. De hecho, en esta nueva etapa se mostró con más evidencia la importante actividad criminal organizada que había en la zona. ¿Era inocente Plummer? Algunos historiadores así lo piensan con los datos disponibles hoy en día.




En otoño de 1864, casi 10.000 personas vivían en la ciudad y en las laderas de los cerros que la rodean. Por supuesto que con tantos buscadores de oro ya no era tan fácil encontrar ese preciado metal. En 1870 encontrar oro ya no era tan fácil y la población se redujo drásticamente en sólo un par de años a unos pocos centenares.



En 1874, consciente de la necesidad de una escuela, la Logia Masónica N º 16 de Bannack construyó la que sería su sede y la escuela. Las clases se celebrarán en este edificio durante casi 70 años.



Hoy es posible visitar la escuela donde los niños recibian su educación en la planta baja hasta 1950 cuando se cerró.



Y la sede de la Logia en la planta superior.


En 1875, se construyó un edificio para ser sede del Juzgado del Condado de Beaverhead.
En agosto de 1877, el juzgado desempeñó un papel esencial en uno de los eventos más emocionantes en la historia de Bannack, cuando la ciudad fue amenazada con un ataque indio. 
Parece que los niños fueron escondidos en las cajas fuertes del Palacio de Justicia. Aunque los indios mataron a 4 colonos en los alrededores de la ciudad, finalmente no llegaron a atacar la ciudad. 

En 1881, Dillon se convirtió en la nueva sede del condado y el palacio de justicia fue abandonado. El edificio permaneció vacío hasta 1890, cuando fue comprado por el Dr. John Meade, que lo remodeló como un hotel de lujo. Sin embargo, en ese momento Bannack sólo tenía unos 400 habitantes, y el hotel fue cerrado varias veces a lo largo de los años.



La Iglesia Metodista, construida en 1877, era el único edificio en Bannack para el culto religioso.




En su momento no había ninguna iglesia en Bannack y un predicador metodista, William Van Ordsdel, utilizó el miedo a los indios para convencer a la gente del pueblo que había que construir una iglesia en agradecimiento por la liberación de Dios. Hoy es posible visitar esta vieja iglesia metodista.



En la década de 1930 las empresas y la comunidad social habían abandonado Bannack y muy pocas personas seguían viviendo allí. En la década de 1940 habría tan pocos estudiantes que la escuela tendría que cerrar en 1950 y Bannack se convirtió en una ciudad fantasma.


Las viejas herramientos utilizadas en las minas permanecen abandonadas en las laderas que rodean Bannack.



Los trastos de épocas mas florecientes para la ciudad que han sobrevivido hasta nuestros tiempos se almacenan en alguna de las casas.



El viejo cementerio abandonado y tan fantasma como la ciudad.



Bannack sobrevive hoy en día debido a la buena voluntad del Departamento de Medio Ambiente del estado de Montana que lo convirtió en un parque estatal el 15 de agosto de 1954.

Hoy, más de sesenta edificios permanecen de pie, la mayoría de los cuales pueden ser explorados. El personal del parque tiene la función de preservar, que no restaurar los edificios de esta antigua ciudad que permite a los visitantes la oportunidad de revivir el oeste de Estados Unidos.

El tercer fin de semana, en julio de cada año, se celebran exhibiciones históricas, actividades y eventos que dan vida de nuevo a esta ciudad fantasma.

lunes, 1 de febrero de 2010

Pripiat, la ciudad fantasma víctima de la radiactividad



Pripiat es una ciudad fantasma situada en la zona de exclusión al norte de Ucrania en la región de Kiev.
Esta ciudad es conocida porque sufrió el peor accidente de la historia de la energía nuclear el 26 de abril de 1986.

Fundada en 1970 para dar hogar a los trabajadores de la Central Nuclear de Chenóbil y a sus familias. Debido a su clima relativamente templado, a un suelo muy fértil y a los sueldos por encima de la media nacional que se pagaban, muchos ucranianos comenzaron a llegar a la ciudad. La ciudad comenzó a desarrollarse y en sólo 16 años creció hasta tener más de 40.000 habitantes.




Aunque la central nuclear se encontraba a unos 900 metros de la ciudad, ninguno de sus habitantes era consciente del terrible futuro que les esperaba.

Incluso la ciudad tenía una zona cercana a la central donde los empleados solían relajarse y acudían con sus familias a hacer picnics.
A esta ciudad durante su época de gloria, en la Unión Soviética se la conoció como la ciudad del futuro.



Su futuro se trunco ese sábado 26 de Abril de 1986, cuando los responsables de la central decidieron hacer un simulacro de emergencia en el reactor número 4. Esta claro que algo salió mal. El reactor experimento una subida de potencia extremadamente rápida. La explosión causada por una nube de hidrógeno dentro del núcleo hizo volar el techo de 100 toneladas. Se produjo un gran incendio y una gigantesca emisión de productos de fisión a la atmósfera.


Los habitantes de la ciudad no le dieron importancia al ruido provocado por la explosión. En realidad muchos pensaron que era un trueno provocado por alguna tormenta y fueron a dormir sin saber que la muerte silenciosa se escurría en forma de radiación por la ventana abierta al cielo que había provocado la explosión.


El domingo 27, a las 10 de la mañana anunciaron a la población que sería evacuada. Les dijeron que se llevaran lo necesario para 3 días y que no olvidaran la documentación. Desde la mayor plaza de Pripiat, 1.500 autobuses trasladaron a los 50.000 habitantes fuera de la ciudad en un viaje sin retorno.


En 36 horas, los habitantes de Pripiat fueron evacuados. Dejaron sus vidas atrás, se fueron con lo puesto; soló se les permitió llevar papeles, libros y ropa que no hubieran sido expuestos a la radiación.

Y la ciudad quedó vacía.

Los centros comerciales están vacios. Con los carritos de compra esperando inutilmente a volver ser útiles. Nadie volverá a llenarlos de comida.


Los barcos esperan en las orillas del río. Esa espera es inutil pues no volveran a surcar sus aguas. El óxido se adueñara de ellos.


La noria abandonada se yergue todavía en la lejanía.

Los niños que esperaban con ilusión su inauguración, ya no volverán nunca más.


El parque de atracciones parece sacado de una película futurista.

¿Cuando la vida se extinga sobre la tierra será este el futuro de nuestras ciudades?


Es espeluznante ver los cientos de libros de la Biblioteca abandonados en el suelo. Nunca más volverán a ser leídos.


Muchos de los apartamentos y edificios oficiales han sido saqueados. Nada de valor ha quedado atrás. Muchos de los edificios han sido víctima del vandalismo a lo largo de los años.
Sin ningún tipo de mantenimiento, las goteras aparecen en estos edificios.


No es difícil encontrar árboles creciendo en los tejados e incluso dentro de los edificios.
Este deterioro empeora el estado de los edificios y algunos se derumban como un colégio de 4 plantas en julio de 2005.


Las zonas deportivas estan completamente abandonadas.


Algunos objetos personales, juguetes, ropas, etc, aun permanecen donde sus antiguos dueños los dejaron el día que salieron corriendo de este lugar.


Uno de los cafes más famosos de la ciudad aún mantiene intactas algunas de sus vidrieras.


Los papeles son los únicos testigos de muchas de las oficinas de la ciudad.


La radiactividad no sabe de poderío militar.


La ciudad quedó totalmente suspendida en el tiempo. Prueba de ello es que aún se encuentran símbolos comunistas a lo largo de la ciudad.


Aún se pueden encontrar los carteles que iban a ser sacados el 1 de Mayo.


La ciudad es ahora un museo de la era soviética tardía.


Se estima que la zona no será habitable hasta dentro de 24.000 años.


No obstante, hoy en día es posible visitarla con algunos permisos especiales. Es recomendable llevar un dispositivo de detección de radiactividad que nos alerte en las bolsas donde se acumula mucha radiación. Tambien es conveniente no quedarse de noche.


Quienes han visitado esta ciudad, dicen que lo mas espantoso de todo es el silencio, que acaba por volverse ensordecedor.

Algo tremendamente inquietante habitará Pripiat durante muchos siglos: la muerte silenciosa.