sábado, 8 de mayo de 2010

¿Un error ortográfico provoca pérdidas de 700.000 millones de dólares?




Parece ser que los dramáticos 16 minutos de desplome de la Bolsa de Nueva York a una hora del cierre de la sesión de jueves con una repentina caída del 9,19% en el índice Dow Jones, pudo deberse al error de un operador.


En apenas un cuarto de hora el pánico recorrió los mercados globales, atentos a las pantallas de Wall Street. Pero este fatídico lapsus pudo verse favorecido con bulos que apuntaban a una supuesta falta de liquidez en Europa, lo que habría obligado, según tales intoxicaciones, a un cierre anticipado de las bolsas europeas.


Esta mezcla explosiva, en un entorno altamente inflamable propició el repentino derrumbe del mercado americano, el mayor desplome desde 1987.

El rumor que se ha extendido en el mercado hace referencia a una confusión al ejecutar una orden sobre los títulos de Procter & Gamble, el conocido fabricante de productos como Colgate o Gillette. Un operador del tercer banco americano, Citigrup, habría tecleado la tecla B del billion americano (mil de los nuestros) por la M de million. Es decir, ejecutó la venta de 16.000 millones de dolares, cuando sólo quería vender 16 millones.


Una desinversión tan brusca y voluminosa generó 2 efectos. Uno fue sembrar el pánico, en un clima tan propicio al miedo como el actual, por lo que otros brokers se precipitaron a soltar lastre para ponerse a cubierto del desplome. Pero además la caída consiguiente de los índices propició un efecto cascada. Los sistemas informáticos detectaron el desplome y activaron las alertas preestablecidas por los inversores para deshacer sus posiciones cuando las posiciones de determinados valores alcanzan el límite (suelo) que previamente hayan determinado para evitar verse atrapados en espirales bajistas.


Estas órdenes de venta programada ( los stop loss) amplificaron el efecto porque cursaron la salida adicional de títulos a la venta a medida que los índices caían.


Hasta que se detectó el origen del seísmo habían pasado sólo 16 minutos pero el mercado se había derrumbado 800 puntos. Gran parte de estos puntos se recuperaron a posteriori, pero ¿imaginais los movimientos especulativos que se pudieron producir ese día?.


Las dudas generadas por esta operación han llevado a la SEC (Securities and Exchange Commission) americana, a abrir una investigación. Por el momento, las únicas palabras oficiales al respecto han definido de "inusuales" estos movimientos del mercado. Y la repercusión mas a corto plazo ha sido la cancelación por parte de Nasdaq, la bolsa electrónica estadounidense, de las contrataciones realizadas entre las 2:40 y las 3:oo de la tarde (hora americana) en valores que registraron unas variaciones de sus cotizaciones superiores al 60% respecto a los precios anteriores a esa flanja horaria.


Por esta razón, a mi como que esta teoría no me acaba de convencer. No me puedo creer que la economía de millones de personas dependa de algún inepto, recien licenciado de la universidad, que sólo está pensando en volver a casa a cepillarse a su novia para salir corriendo a emborracharse con sus amigos.


Aparte de la teoría de la B y la M, parece ser que el bróker no solamente se equivocó en la cantidad, sino que también confundió la tecla de vender con la de comprar, que era la que debía haber dado. ¡Pues si que estaba despitado el amigo!. Imaginais lo que hubiera pasado si en vez de dar a la B le hubiera dado a la T de trillon americano (equivale a un billón de España).


¿Alguno os creeis que la economía mundial está en manos de que algún despistado tenga un mal día?


Como os decía antes tambíen se apuntan otras razones tan o mas inverosímiles. Parece que había muchos rumores, y uno de ellos era las dudas que había sobre la liquidez de los bancos europeos. Los rumores apuntaban a que varias bolsas europeas (entre ellas la española) no abrirían ante la hipotética quiebra de un banco de la eurozona.


¿Como es posible que nuestros gobernantes no tomen cartas en el asunto de los rumores? Todos hemos oído últimamente que algunas economías europeas están siendo acosadas por estos rumores que provocan efectos dañinos a sus economías mientras que los difundidores del rumor especulan y consiguen cuantiosas ganancias. Yo era muy esceptico a estas teorías conspiratorias, pero visto lo ocurrido en la bolsa americana empiezo a sospechar que pueden ser ciertas.


Como en las novelas de misterio, quizás la mejor forma de averiguar lo ocurrido el jueves en Wall Street, sería buscando a los que se beneficiaron de lo ello. De momento se desconoce su identidad, pero en lo que si coinciden todos los analistas y expertos es en que el desplome no fue producto de un error humano, sino, probablemente, de una combinación de la informática y las matemáticas que hace posible las llamadas operaciones algorítmicas de alta velocidad para operar en bolsa. En consecuencia, no estariamos hablando de un fallo de los ordenadores, sino, al contrario, de un excelente y bien calculado funcionamiento de los ordenadores, que a través de operaciones concertadas procuraron un jugoso beneficio a quienes estaban iniciados en sus arcanos.


Lo único claro en todo esto es que al final seremos los mindunguis los que pagaremos los platos rotos del otro día. Mientras tanto los grandes beneficiados del minicrash seguirán disfrutando de sus yates y opulentas vidas mientras cuentan sus pingues beneficios. ¿No creeis lo mismo?